jueves, 15 de diciembre de 2016

"Kathleen" de Christopher Morley- Hablando de libros



Entré a una librería en busca de una cosa y salí con otra ¿A alguien le suena? Pero es que me topé con este libro del que había oído hablar en un blog que me encanta y lo compré. 

Leer la contraportada me convenció para sumergirme en sus apenas ciento veinte páginas, ya que a las palabras "club literario", "reto", "búsqueda" y "juego" nunca me he podido resistir.
No había leído todavía nada de Christopher Morley, pero lo tenía en mi laaaarga lista de "Libros por leer" con "La librería encantada" (que por cierto el otro día lo vi en otra librería y casi caigo, pero hay que racionarse).

El caso es que a pesar de que me costó un poco leerlo debido a que la dinámica de principios de siglo pasado ha dejado de ser el punto primordial de la elección de mis lecturas, la intriga me animó y terminó por dejar paso a una lectura placentera.
Pero no fue solo eso, ya que se le unió el descubrimiento de todas esas costumbres de una época que no conocía, como los sirvientes en las residencias, la parafernalia de las conversaciones, la estética de los halagos y los entresijos de una sociedad que no es tan lejana, pero que desgraciadamente ha pasado a un plano demasiado perdido debido a la aceleración de los cambios actuales.
Y digo que se unió a esos descubrimientos porque lo fueron. La sorpresa se iba apoderando de mí mientras avanzaba en la lectura, y también esa fina línea que roza lo real y lo imaginario. 
El embrollo es descomunal, y la situación termina por ser tan irreal que la risa se apodera y de tí y solo quieres ver cómo acaba.

Está bien para pasar el rato, pero tengo mejores expectativas de "La librería encantada". Ese sigue en mi lista.


1 comentario:

  1. Ana, muchísimas gracias por mencionarme,...y no sabes cuánto me alegra descubrir que este libro te haya hecho sonreír, a pesar...de que no esté enmarcado en el tiempo que más te gusta. La librería ambulante es totalmente diferente...te ríes, sin duda, pero no es igual. Quizá lo único malo que te pase al leerlo, es que quieras viajar con un parnaso (de los de hoy, claro, tipo minicasa canadiense) llevando libros, palabras, momentos de tertulia, etc. a todas las personas...
    Espero y deseo que tengas una Navidad llena de todo lo bueno que hay en este mundo...y que tanto bien nos hace, aunque se nombre menos.
    Un beso grandísimo

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